Aunque nos parece un tanto pretencioso dar consejos acerca de cómo vender por internet, si que hemos recogido diez principios básicos para que funcionen, estando todos testados y probados por comercios online que han aplicado todos, o algunos de ellos.
1 Ponte a trabajar en lugar más asequible posible. No necesitas alquilar una oficina, vivero o planta si te sirve tu propia casa.
2 No puedes empezar con el comercio electrónico sin dedicarte por completo. No puedes dedicarte a medio gas, sino al 100%, cuantos más productos introduzcas en el catálogo online, más horas deberás dedicarle y mayores frutos obtendrás.
3 Mete en la web la máxima cantidad de productos posibles de cada proveedor con el objetivo de conseguir portes pagados con tu proveedor. Ya que si a un proveedor le compras poco, y como no quieres tener un stock excesivo; al hacer muchos pequeños pedidos te puedes encontrar con alguno que exija un pedido mínimo o directamente no te sirva de sus productos.
4 Piensa en un proyecto de ámbito global. No te limites a vender de forma provincial o en la península. Normalmente encontrarás ciertas normas extranjeras que te impida vender en diferentes zonas y determinados productos, pero hazlo de forma que puedas vender en todo el mundo.
5 Ofrece todos los medios de pago posibles. Cada medio que no pongas, habrá alguien que no
compre, ya que irán a comprar a la competencia que si lo permita.
6 Pide a los clientes solo los datos que sean imprescindibles para el acto de compra. Una de las premisas en este negocio, es que no sea necesario registrarse, así se dinamiza mucho más la operación, que se registren aquellos clientes que lo deseen. Pide únicamente los datos necesarios para el pago y el envío del pedido.
7 Sencillez máxima. La web debe ser intuitiva, que se puede comprar sin tener que leer, sin necesidad de saber idiomas, de esta forma se hace más accesible a más usuarios. Cuanto más pasos sean necesarios, más lento es el proceso y menos ventas habrá. Fotos grandes del producto, precio de la compra y gastos de envío con IVA y los portes, todo ello de forma muy claro para que el cliente no se lleve una sorpresa de última hora.
8 Cuida a los proveedores. Ya sean fabricantes distribuidores, transportes, sucursales bancarias, etc.; hay que pagarles de forma puntual, de esta forma confiarán en ti y te trataran bien.
9 Cuida los pedidos a la hora de envolverlos para evitar problemas y que haya el menos número de roturas y devoluciones. Cuantas menos incidencias haya, más posibilidades habrá de conseguir mejores precios con las empresas de transporte.
10 Cuida a tus clientes con la gestión de incidencias. Si el cliente no recibe el producto o en malas condiciones, lo primero que debes hacer es agachar las orejas, pedir disculpas y enviarles otro producto, sin coste alguno lo más rápido posible. Luego arreglarás el problema con quien debas hacerlo. De esta forma pasarás de un cliente frustrado por el servicio dado a uno que sea rentable para el negocio, ya que hablará sobre la calidad del servicio dado. La rentabilidad se demuestra por la resolución de incidencias.
Y ahora a por la tarta¡¡
